30 de octubre de 2014

La nube de la felicidad

 
Estar en las nubes no esta tan mal.
Era un día nublado y yo iba en una nube gris volando y mirando desde arriba a los ilusos, estresados y pensantes humanos de la ciudad. El cielo empezó a abrirse y mi nube era cada vez más pequeña, el sol comenzaba a salir y entonces mi nube desapareció y me caí al duro asfalto, dejé de estar en las nubes para bajar a la realidad.
Estaba más triste e infinitamente más sola aunque rodeada de gente.
Quiero mis días nublados, quiero seguir en las nubes.

R.Prieto.

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